El Corte Inglés rechaza la propuesta de su accionista disidente para salir a bolsa
Gaceta de los Negocios - 18/09/2007
El grupo encara este mes un nuevo juicio con el resto de la familia Areces Fuentes
G. Cañabate
Madrid. Septiembre se ha convertido en un mes más que movido para El Corte Inglés. Tras varios meses enfrascado en un duro contencioso con su accionista disidente César Areces Fuentes, y que acabó perdiendo en primera instancia, el gigante de distribución español se enfrenta ahora al resto de la familia Areces, que reclaman también su parte del pastel al disponer del 2,18% de los títulos de la compañía. La exigencia de este grupo disidente es la venta de su paquete accionarial al mismo precio y condiciones impuestas por la jueza del juzgado mercantil número 3 de Madrid, y que obliga a El Corte Inglés a pagar 98,52 millones por el 0,69% del capital que dispone César Areces. Aunque la sentencia que valoraba a la compañía en 14.000 millones ha sido recurrida, la denuncia del resto de la familia Areces Fuentes continúa adelante y ya se conoce la fecha de la audiencia previa, que se celebrará el próximo 27 de septiembre.
Por el momento, El Corte Inglés se mantiene firme en su postura de no vender al precio exigido por la familia y ya ha anunciado que no se plantea de ninguna de las maneras su tan comentada salida a bolsa. Durante la celebración el pasado 26 de agosto de su junta general de accionistas, César Areces preguntó si tras los acontecimientos, la compañía se planteaba su salida al parqué. Una respuesta para la que el consejo prefirió tomarse su tiempo y pidió al díscolo accionista responderle en privado en un plazo de siete días.
Durante la jornada de ayer, se conoció la respuesta del grupo que preside Isidoro Álvarez, y como era de esperar, entre los planes de su grupo no se encuentra la posibilidad de comenzar ninguna aventura bursátil. A pesar de todo, los Areces continúan en su lucha para lograr la libre transmisibilidad de una parte las acciones de El Corte Inglés de las que son titulares, exigiendo un valor de mercado para sus acciones y no un valor contable como pide la cadena de grandes almacenes. Según anunció ayer la familia en un comunicado, los Areces han presentado para este segundo juicio un informe elaborado por otro auditor de cuentas y catedrático de contabilidad, que concluye que el valor de las acciones de El Corte Inglés es superior al fijado en la pasada vista.
Así las cosas, la compañía de distribución tendrá que enfrentarse ahora a una nueva demanda que sobre el papel parece aún más dura que la anterior. Unas renovadas pretensiones que de ser ratificadas por el juez, dejarían en una posición más que delicada al grupo de Isidoro Álvarez, que tendrá que hacer frente a la elevada cifra exigida por Areces al no querer salir a bolsa.
Pero este no es el único gran problema con el que tendrá que lidiar la compañía española. Hace tan sólo unos días, un juzgado de Barcelona declaraba que el sistema de promoción profesional aplicado por la dirección del grupo en varios centros de Barcelona constituía una discriminación para sus trabajadoras.
El grupo justificaba este sistema de promoción por las cargas familiares y las labores de la casa que tiene que soportar la mujer. Una argumentación que el juzgado a considerado una discriminación en sí misma, al limitar, según el auto, "un derecho de las trabajadoras, y que se une a la dilatada lista de problemas surgidos en El Corte Inglés".
A mesma notícia em outro jornal:
El Corte Inglés responde a César Areces que no se ha planteado su salida a Bolsa
A. Corella / C. Castelló Madrid
Cinco Días - 18/09/2007
La compañía asegura que su consejo no tiene previsto abordar el tema
La posible salida a Bolsa de El Corte Inglés ni siquiera ha sido abordada por el consejo de administración. Es un asunto que no se ha tratado en ninguna reunión del órgano de administración "y al día de la fecha no está previsto hacerlo". Ha sido la respuesta del grupo a la pregunta del accionista César Carlos Areces Fuentes.
El Corte Inglés ha contestado de forma breve, pero contundente, a César Areces Fuentes socio de El Corte Inglés con el 0,695% del capital, que durante la celebración de la junta de accionistas de la compañía el pasado 26 de agosto, planteó la conveniencia de la futura cotización en Bolsa del grupo. Según fuentes de la empresa, la respuesta se formuló antes de finalizar el mes de agosto, es decir, en el preceptivo plazo de siete días, a la pregunta realizada por el socio.
En concreto César Areces Fuentes, en nombre propio y de sus hermanos, también accionistas de la compañía, planteó: "¿Tiene previsto el consejo de administración de El Corte Inglés proponer a la junta en un futuro próximo que las acciones de esta sociedad coticen en Bolsa?". El resto de hermanos Areces Fuentes (Ramón, María del Rosario y María Jesús) ostentan porcentajes de capital similares al de César. La respuesta de El Corte Inglés, dada a conocer ayer por el entorno del propio César Areces Fuentes, no deja lugar a dudas. La cuestión planteada por el accionista "no ha sido tratada en ningún consejo de administración, y al día de la fecha, no está previsto hacerlo". Lo cierto es que este accionista, sobrino de uno de los fundadores y primo del actual presidente, Isidoro Álvarez, tiene ya planteado un largo conflicto con la empresa a raíz de la valoración de su participación del 0,695% del capital. Después de acudir a la justicia para lograr un precio basado en una valoración real y no teórica contable como planteaba la empresa para sus acciones (la resolución judicial está recurrida), en la última junta de accionistas celebrada Areces Fuentes planteó la posibilidad de la salida a Bolsa de la empresa. En su opinión, la del mercado, sería la mejor fórmula para determinar el valor de la sociedad y de sus acciones "sin parcialidad". La contestación no ha sido del agrado de los Areces Fuentes. Entre otras cosas, aseguran mostrarse preocupados por el futuro de la empresa de distribución y de sus posibles distorsiones "financieras y judiciales", explican fuentes jurídicas cercanas a este grupo de accionistas que, con la excepción de César Areces, pretenden mantener su vínculo profesional con la empresa como resultado de la herencia recibida de su padre, hermano del fundador, Ramón Areces. Las hipotéticas distorsiones financieras que dicen temer los Areces Fuentes podrían producirse, según las mismas fuentes, en el caso de que otros accionistas con mayor porcentaje de capital social que el ostentado por César Areces Fuentes quisieran vender sus acciones. Y en el ámbito judicial, opinan que se podría llegar a la situación de que cada intento de venta de un paquete de acciones tuviera que pasar necesariamente por los tribunales. En el caso de Areces Fuentes, la titular del juzgado de lo mercantil número 3, Míriam Iglesias, estimó que El Corte Inglés le debía pagar 98,5 millones por su 0,695%, lo que implica valorar el grupo en unos 14.000 millones. El fallo está recurrido ante la Audiencia Provincial de Madrid. La juez acordó el pasado mes de julio la ejecución provisional de la sentencia o la presentación de un aval bancario.
Juicio para el magistrado del 'caso Fórum'
El juzgado mercantil número 7 de Madrid, del que es titular Santiago Senent, no sólo está al frente de casos que, como el de Fórum Filatélico, ocupan una gran parte de su actividad. El próximo día 27 celebrará el acto de audiencia previa al juicio que enfrenta a los tres hermanos de César Areces Fuentes (Ramón, María Jesús y Charo) y a El Corte Inglés. La familia pide que se declare la libre transmisibilidad de una parte de sus acciones; que se declare que la empresa incumplió el procedimiento de transmisión inter vivos establecido en el artículo 17 de sus estatutos, y que se condene a la compañía al cumplimiento forzoso de este artículo. Quieren que el juez ordene a El Corte Inglés que compre u ofrezca las acciones a los socios que lo deseen por el precio del valor real deducido del dictamen que los profesores Fernández y Campa realizaron en el juicio de su hermano. En esta ocasión disponen además del informe de un auditor y catedrático de contabilidad que concluye que el valor de las acciones de la empresa es incluso superior al fijado por los profesores del IESE.